En pocas ocasiones me he sentido tan feliz como cuando tienes los pies enterrados en arena blanca y hasta el horizonte solo se ve agua de mar, estás relajado, solo oyes el sonido de las olas y por fin tu mente hace click y desconectas del bullicio de la gran ciudad. Esto me ocurrió en Tulum, un paraíso mexicano que tuve la oportunidad de disfrutar gracias a Moët & Chandon que me invito unos días para que contase mi experiencia. Aterrizamos en Cancún y después de pasar un par de noches en Playa del Carmen pusimos rumbo a Tulum, a una hora y media en coche desde el aeropuerto. Ubicada en el Estado de Quintana Roo, en la costa del mar Caribe. La tranquilidad que se siente en este lado del mundo es plena, playa de arena blanca infinita, salpicada de palmeras y pequeños hoteles, es sin duda desde ahora uno de mis destinos favoritos de vacaciones.
Nuestro hotel se encontraba a medio camino de la larga costa caribeña que baña Tulum y desde que pones los pies en él, te puedes descalzar y no volver a calzarte hasta que te vas. Una gran cristalera te da la bienvenida a la habitación y se convierte en toda una postal desde donde contemplar el mar tumbada en la cama. Solo las cortinas blancas se mecen por el viento y tamizan los rayos del sol. El interior de la habitación completamente blanco, con un pequeño armario abierto donde rápidamente coloque las prendas de mi maleta, nada me gusta mas que tener mis cosas a la vista ;). Un patio con una bañera de ensueño donde me prepare este relajante baño y disfruté de unas copas de champagne Moët & Chandon Ice Imperial, que tiene la particularidad de poder tomarse con hielo y es perfecto para los lugares idílicos en los días mas calurosos.
Espero que os gusten las fotos y me sigáis en esta nueva aventura que os iré descubriendo poco a poco en el blog aunque ya sabéis muchos secretos que os fui contando por las redes sociales. Como siempre, déjame todas las preguntas, comentarios y consejos sobre Tulum y Mexico en esta entrada y trataré de contestar a todas. Un besazo y feliz día!
Rarely I felt so happy as when your feet are buried in beach sand and only feel sea breeze and waves. That’s when your mind doing click! and disconnect from the bustle of the big city. This story is about Tulum, a Mexican paradise that I was able to enjoy thanks to Moët & Chandon who invited me a few days to tell you my experience. We landed in Cancun and after spending a couple of days in Playa del Carmen we headed to Tulum, an hour and a half driving from the airport. Located in the state of Quintana Roo, on the coast of the Caribbean Sea. The quiet you feel on this side of the world is full, with a infinite beach of white sand, dotted with palm trees and small hotels, it’s definitely one of my favorite holiday destinations.
Our cute hotel was in the long way of Caribbean coast that bathes Tulum and the best place to walk barefoot. A very bright room, where you can see the sea lying in bed and feel the fresh breeze. The room completely in white, with a small open closet where I quickly setting up my clothes, because nothing I like more than to have my things in sight. A patio with a dreamy bathtub where I prepare this relaxing bath and enjoyed a few glasses of Moët & Chandon Ice Imperial champagne, that you can drink it with ice and that’s just perfect for an idyllic place such as Tulum where the weather is really hot.
I hope you like the pictures and following me in this new adventure that you’ll discover shortly in the blog but you know many secrets that I told you on my social networks. Please, let me all the questions, comments and tips about Tulum and Mexico in this post and I’ll try to answer all! Warmest kisses and thanks so much for stay tuned. Have a great day!
#MoetMoment #MoetIce @MoetChandon